Pantani; una vida sin paracaídas (1ª parte)
Nueve días antes habíamos perdido la inocencia. Un tráiler del equipo Festina había sido parado en un control aduanero y lo que era un vehículo pesado de dos ruedas se convirtió en una farmacia en movimiento. Docenas de cajas de testosterona y de hormonas de crecimiento y más de 200 ampollas de Eritropoyetina (mundialmente conocida como EPO) trasmutaron a los ciclistas de héroes sacrificados en yonkis consentidos. Herido de muerte, […]