El porsche de Paulo Futre
Como un trueno. Como un funambulista. Recibió el balón algo más allá de la línea del centro del campo, lo cosió a su pie izquierdo y se dispuso a bailar sobre el césped. Y es que Paulo Jorge dos Santos bailaba. Quizás porque cuando iba a entrenar a Lisboa desde su Montejo natal lo hacía tras un viaje en ferry en el que daba patadas a latas de refresco mientras […]