Pantani; una vida sin paracaídas (2ª parte)
A Pantani primero se le conoció como ‘Elefantino’. Era un sobrenombre que odiaba. Le recordaba a su niñez, cuando se metían con él por esas enormes orejas que al subir a la bici ejercían de acordeón frente al viento. Maduro, alguien le puso el mote de ‘Pollo’, porque esas interminables y atléticas piernas se coronaban por una cabeza que las más de las veces tan solo servía como investidura del […]