Archivos

Un apunte sobre los colores nacionales

Formalmente los Estado-Nación se formaron tras la Paz de Westfalia que dio por finalizada la Guerra de los Treinta Años en 1648. Se ponía entonces coto al poder feudal y se daba paso a organizaciones territoriales fundamentadas en un gobierno que reconocía sus límites y su poder. En la práctica esta teoría no sería realidad hasta la Revolución Francesa de 1789 en la que el gobierno dejaba de estar integrado únicamente por el rey y los nobles para otorgar legitimidad al pueblo. En un Estado-Nación no hay periferias conquistadas ni subordinadas (como en el Imperio), abarca a un extenso grupo de ciudades (no es una Ciudad-Estado como las polis de la Antigua Grecia) y no es una liga confederada de Estados (como la Unión Europea). Tradicionalmente un Estado-Nación estaba dominado por una etnia concreta supuesto que, con el multiculturalismo actual, está en entredicho. No es extraño que sea ese el motivo principal de la actual decadencia de esta forma de gobierno.

El Estado-Nación tuvo que adoptar una ideología y un simbolismo. Ya no era el rey, aunque muchos estados han mantenido a la monarquía como fuente de legitimidad, sino un conjunto de reglas acordadas entre iguales las que fomentaban la unión. El traje, la comida, la moneda, la fiesta nacional, el idioma o hasta la mitología de una batalla fundacional forman parte del acervo cultural, de la argamasa que une a la sociedad.

Con todo ello, son tres los símbolos esenciales en los que se fundamenta el Estado-Nación. Importantes en la actualidad y trascendentales en el pasado cuando los niveles de analfabetismo rallaban lo obsceno. Se trata del himno, del escudo y de la bandera. Para el fútbol, instrumento notable de socialización y construcción del Estado-Nación, estos tres elementos son básicos en la simbología de sus selecciones nacionales. Si bien el himno sólo hace su marcial aparición al inicio de los encuentros internacionales, tanto el escudo como la bandera son intrínsecos a los colores con los que identificamos a ese país cuyas hazañas bélicas dieron paso a las deportivas, las cuales serán más banales, pero también menos sangrientas.

Como tantos otros equipos Italia comenzó vistiendo de blanco, simplemente por motivos económicos. Así ocurrió en el primer partido de Italia, una victoria por 6-2 ante Francia en Milán. El color nevado sigue siendo el identificativo de su segunda equipación. Pero el color representativo de la selección italiana es el azul, a pesar de que la bandera transalpina obvia el color del cielo en cada una de sus tres franjas. El motivo de tal elección es que el azul es el color identificativo de la familia real de Saboya, casa gobernante desde la unificación del país en 1870.

Es por ello que a Italia se le conoce como Azurra, aunque en realidad el color de la camiseta fue celeste hasta que en 1934 pasó a tener ese azul oscuro que hoy reconocemos con celeridad. En aquellos años, se cambió el blanco de la segunda equipación por el negro fascista por deseo de Mussolini. Habría más cambios con la camiseta suplente. En los años 50 se mudó el blanco por el verde en las categorías inferiores. La idea era que el verde (de tono aguamarina) era un color de transición antes de llegar al azul. De juvenil serás verde antes de convertirte en azzurro. Esa era la idea. Tal color es usado en la actualidad para alguna tercera equipación. Y el azul, el azul de los Saboya, sigue siendo el color de Italia a pesar de que desde 1945 los monarcas ni están ni se les espera.

Italia 38. Saboya + fasces

Motivos reales también son los que llevaron a Países Bajos a adoptar el naranja como el color de su selección a pesar de lucir una bandera roja, blanca y azul. Su primera camiseta fue blanca con una franja en diagonal con los colores de la bandera. Eso duró poco. Pronto se pasó al naranja. El origen se remonta a 1648 cuando los neerlandeses declararon su independencia tras derrotar a los Austrias españoles. El líder de la revolución fue Guillermo de Orange-Nassau y su casa la gobernante en la monarquía del país. La bandera de los Orange-Nassau está formada por dos franjas naranjas y una azul, de ahí que la primera equipación de los neerlandeses sea la naranja y la suplente sea, tradicionalmente, azul.

Otra legendaria selección traicionera con los colores de su bandera es la alemana. El rojo, negro y amarillo es cambiado por el blanco. Su camiseta color albo y pantalón negro es representativa del reino de Prusia, cuna de la patria alemana. La indumentaria alternativa está, como todas, sujeta a cambios mercadotécnicos, pero tradicionalmente es de color verde. El motivo es que la primera selección que se dignó a jugar contra Alemania tras la II Guerra Mundial fue la irlandesa, por lo que los germanos adoptaron el verde como agradecimiento en un momento en el que estaban excluidos de todo tipo de evento internacional. Desde que se adoptó, hace más de 70 años, las equipaciones han sido suministradas por la también alemana Adidas, en una relación que será rota en 2027 al claudicar ante los dólares de Nike.

En ocasiones no hay que complicarse tanto. Muchas otras selecciones nacionales simplemente adoptaron el color de la bandera y del escudo nacional. Es el caso de Irlanda, Austria, Turquía o Suiza. Otras no. Verde es el color que luce la elástica de Eslovenia y de Eslovaquia, aunque en este caso los motivos son mucho más frugales. Son ambos países de etnia eslava (de ahí la raíz de su nombre), lograron la independencia en tiempos recientes, de idiomas parecidos y con una extensión kilométrica y una geografía física similar. Ambos países lucen en sus banderas franjas horizontales con los colores azul, blanco y rojo (los de Rusia, el gran país eslavo) pero ambas han adoptado el verde en su camiseta nacional. ¿El motivo? Amor por la naturaleza. Nada representa más a ambos países que el verde de sus montañas, sus bosques y sus prados.

Tras la desintegración de la Unión Soviética los rusos adoptaron el color blanco con detalles en azul y rojo propios de su bandera. No son otros que los colores del Imperio Ruso establecidos siglos atrás por Pedro I en San Petersburgo. Sin embargo, los 90 fueron duros para los rusos, y no sólo en el ámbito futbolístico, por lo que en 2008 se decidió volver al rojo como primera equipación como una de las múltiples operaciones de vuelta a la grandeza impulsadas por Vladimir Putin. El impacto en resultados no ha mejorado, pero el rojo se ha quedado para no marchar.

España jugó su primer partido en los Juegos Olímpicos de 1920 con medias negras, pantalón blanco y camiseta roja. En el pecho lucía un león rampante de tonos amarillos. Se pasaría luego al blanco en la camiseta para volver definitivamente al rojo. Tras la Guerra Civil se adoptó el azul falangista. Desde 1947 La Roja siempre ha sido roja, aunque el desvarío ha tenido lugar con los pantalones. Blancos, azules, negros y rojos. La tradición dicta que sean azules, al igual que la segunda equipación, una reminiscencia del Franquismo, dado que el azul no forma parte de la bandera nacional.

Vamos ahora con los Estados por antonomasia de Europa. El republicano y el monárquico. Francia siempre ha jugado con su hermosa combinación de colores. En su primer partido internacional contra Bélgica en 1904 la camiseta era blanca, el pantalón azul y las medias rojas. Las medias han permanecido inalterables, pero en 1920 se tornaron los colores de camiseta y pantalón y así siguen hasta el presente. El escudo siempre ha estado adornado por un gallo, de lo cual se aprovechó durante muchos años la empresa suministradora de material deportivo Le Coq Sportif. Aunque no es símbolo oficial, el gallo galo es una raza de gallina salvaje que desde tiempos antiguos puebla el hexágono francés. No en vano los romanos llamaban a aquellas tierras Galia, por la cantidad de gallos y por el orgullo que mostraban tanto los animales como sus dueños.

En Inglaterra no hay mucho que contar. Es de las escasísimas selecciones que se ha mantenido inalterable con el paso del tiempo. Camiseta blanca desde 1872 con la única variación del calzón entre blanco y azul. Igualmente imvariable es el rojo de la camiseta suplente (el otro color de la bandera que conforma la Cruz de San Jorge). Lo más llamativo de la zamarra inglesa es lo que esconde su escudo. Tres leones como distintivo de Ricardo III (icono de caballería, monarquía y grandeza) rodeados de diez rosas de la Casa Tudor (para distinguirse del cricket que únicamente usa una) cada una de ellas en representación de una división regional del futbol inglés. Encima del escudo debería verse una estrella dorada en conmemoración del Mundial ganado en 1966. Sin embargo, no es así. La flema inglesa es de tal calibre que prefieren ocultar la estrella, ya que consideran que aquel Mundial no fue ganado en buena lid. Cabe recordar que Inglaterra venció a Alemania en la prórroga con un gol fantasma que no debió subir al marcador. Sólo los ingleses son capaces de resultar iguales de insoportables restregando un triunfo que ocultándolo.

Inglaterra…sin estrella

Como en el caso de Italia, la selección brasileña eligió el blanco por una cuestión económica. Al blanco se le añadió el azul para el pantalón, aunque el uniforme sería completamente blanco cuando Uruguay asalte Maracaná en 1950 y les quite el título mundial a los brasileños contra todo pronóstico. Fue tal el impacto del Maracanazo que se decidió eliminar para siempre el blanco de la camiseta. No sólo eso. Tal era el miedo a repetir todo lo hecho anteriormente que se decidió que el número de las camisetas para cada jugador fuese establecido por sorteo.

Se estableció un concurso público en el que el único requisito era que la camiseta tendría que combinar los colores de la bandera brasileña. Curiosamente el diseñador ganador del concurso era…un uruguayo…Su diseño fue azul y blanco para la segunda equipación y el verde y el amarillo para la primera. Desde entonces la Verdeamarela o Canarinha ha ganado cinco campeonatos mundiales. En el primero de ellos, en 1958, el portero Gilmar llevó el número ‘3’ y Pelé fue el ‘10’ por puro azar. Afortunadamente el amarillo sigue siendo el color de Brasil, pero lo de los números acabó desterrándose al poco tiempo.

Para los mexicanos el color rojo guinda de su primera camiseta era una forma de homenajear los orígenes españoles del país. Así jugaron hasta que a mediados de los 50 decidieron usar una camiseta verde más acorde con la bandera nacional. La Tricolor, como se conoce a los aztecas, no adoptarían el pantalón blanco y las medias rojas tan características hasta el Mundial 1986 en el que fueron anfitriones.

A Venezuela se le conoce como la Vinotinto, caso extraño en un país cuya bandera porta amarillo, azul y rojo. Esos eran los colores de la Gran Colombia surgida tras la Independencia de Sudamérica y que englobaba a las actuales Venezuela, Colombia y Ecuador. Estos tres países comparten colores nacionales, por lo que los dirigentes venezolanos decidieron modificar el amarillo de la camiseta por el vinotinto simplemente para diferenciarse, y con éxito, de sus vecinos.

Aunque a decir verdad Colombia no fue siempre amarilla. Antes de usar camiseta color pollo, con calzas azules y medias rojas, las primeras camisetas del país cafetero fueron azules con la bandera colombiana en el pecho. Pasó más tarde a ser blanca, dado que la base para el primer equipo que fue a una Copa América (1945) venía del Júnior de Barranquilla. Luego, en los años 70, usó un uniforme naranja con pantalones blancos porque la federación colombiana, en plena reconstrucción, quedó maravillada por el futbol total de la Naranja Mecánica. No fue hasta 1985 cuando se adoptaron los colores actuales y aun así sigue siendo de esos países que cada dos por tres le da una vuelta sinsentido a su uniforme.

Sigamos. Si las camisetas fueran fieles al diseño de la bandera, Argentina tendría una camiseta con más azul celeste, mientras que Uruguay jugaría con rayas blancas y azules. ¿Por qué es al revés?

Argentina y Uruguay tienen una de las rivalidades más enconadas en el panorama internacional. Quizás la más agreste. Son dos países separados por el Rio de Plata y la Banda Oriental del Uruguay no es un más que un bosquejo de lo que antaño había sido la Gran Argentina. Si solera tiene el enfrentamiento entre Inglaterra y Escocia no lo es menos el de uruguayos frente a argentinos. El primer torneo internacional que acuñaron fue la Copa Lipton, un torneo anual entre estos dos países que se inició en 1905.

Ni unos ni otros tenían entonces camiseta oficial. Solía usarse la del club que cedía el estadio para la disputa del partido. En la edición de 1910 celebrada en Montevideo se dio por usar las camisetas de rayas rojas y blancas del River Plate FC uruguayo (no confundir con su afamado tocayo argentino) y las también rojiblancas del Alumni Athletic argentino. Como ambos equipos usaban la misma camiseta, los argentinos les pidieron a los uruguayos que usaran otro color. El color de la camiseta alternativa era celeste con pantalón negro. Así pues, Uruguay jugó de celeste y ganó la Copa Lipton. Tal fue el éxito que se adoptaron dichos colores. El Alumni, abochornado por no haberse dado cuenta de la confusión, decidió salomónicamente cambiar las rayas rojas y blancas por azules y blancas. El Alumni, ganador de 10 ligas de 11 posibles, era entonces el club de referencia en el país, por lo que se tornó lógico que al año siguiente Argentina adoptase la camiseta albiceleste como la oficial.

Así es como tendría que ser Uruguay…

Demos para finalizar una breve vuelta por otros lugares del planeta. En el país más poblado del mundo el fútbol importa más bien poco. No así el criquet. Hubo entonces que escoger un color nacional. Pensaron pues en la bandera de la nación. Naranja (azafrán como es denominado), blanco y verde. Pasaba que los dos principales partidos políticos usan el azafrán por lo que decidieron descartarlo. El blanco simplemente no gustó y el verde era el color usado por Pakistán, país contra el que India tiene varios litigios fronterizos abiertos. Se decidió entonces usar una camiseta azul que representase tanto el cielo como el mar. Cuando la selección de fútbol de India hubo de escoger sus colores decidió imitar lo ya decidido por sus paisanos del criquet.

En África no existen cortapisas a la hora de usar los colores. Si llamativas son las banderas, también lo serán las camisetas. Existen un par de excepciones. Tanto Senegal como Ghana juegan con camiseta blanca a pesar de que ese color no forma parte de sus respectivas banderas nacionales. Camerún juega de verde, pantalón rojo y medias amarillas, siendo totalmente fiel a los colores de su bandera. Hace un par de décadas fue la primera selección en apostar por una camiseta de mangas de estilo baloncestístico. La FIFA decretó su prohibición ya que según argumentó no había espacio suficiente para que se viese el logo del máximo organismo del fútbol mundial.

Australia, con bandera británica y fondo azul, quiso olvidar su pasado colonial y apostó por los colores amarillos y verdes tan característicos de sus desiertos y de sus bosques. Japón, ya para concluir, podría parecer una fácil elección. Círculo rojo sobre fondo blanco dictamina su bandera. Rojiblanco. Rojo y de pantalón blanco. Estaría bien. No obstante, los nipones visten de azul tanto de camiseta como de pantalón. El motivo radica en que es el azul el color sobre el que más destaca su bandera, la cual lucen en el pecho. De todos modos, a finales de los 80 los nipones cambiaron su tradicional azul por un rojo intenso buscando clasificarse para su primer Mundial. Visto que los resultados fueron igual de mediocres que antaño volvieron a lo ya conocido y así siguen de azul impoluto.

Japón. Años 80

Otras historias sobre camisetas futboleras

El griego de la camiseta de Iribar (cuando el Txopo jugó con el Panathinaikos una final de Copa de Europa)

Cuando Corea del Norte era noticia por el fútbol (la increíble victoria ante Italia en el Mundial de 1966)

¿Por qué Uruguay lleva cuatro estrellas en la camiseta? (los 4 + 1 Mundiales que han ganado los charrúas)

¿Camisetas sagradas? (los colores de nuestros equipos no siempre han sido los mismos)

Las camisetas de fútbol más bonitas de la historia (las 10 camisetas más bonitas que ha parido el fútbol)


¿Quieres recibir un email cada vez que se publique una entrada nueva?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.