Desglosando al mejor futbolista de la historia (2ª parte)
Nos disponíamos a dilucidar – si es que se puede dilucidar- quien es el mejor futbolista de todos los tiempos. Entre especialistas y aficionados los 4 grandes están claros. Y, a pesar de que pocos discuten la categoría y la importancia de un jugador descomunal como Cristiano Ronaldo, el consenso también añade a esa terna a Lionel Messi, muy por encima del portugués. No obstante, la IFFHS, organización independiente, aunque la única con posibilidad de acceder exclusivamente a los archivos de la FIFA, determinó a comienzos de siglo quienes era los mejores de siempre. Siendo obvió que a pesar de lo extraordinario de Messi en aquel entonces aún goleaba a los cadetes del Peralada, la clasificación fue la siguiente:
- Pelé 1705 puntos
- Johan Cruyff 1303
- Franz Beckenbauer 1228
- Alfredo Di Stéfano 1215
- Diego Armando Maradona 1214
Independientemente de la configuración de los puestos, por otra parte muy igualada a excepción de la victoria de Pelé, es necesario pararse a reflexionar sobre el caso de Beckenbauer. Futbolista de una elegancia y clase excepcional, es el único defensor entre los quince primeros. Incluírlo en el pódium se antoja una forma de justicia poética. La figura del káiser transciende al ámbito de juego ya que se ha labrado una carrera en todas las esferas del fútbol, desde el mundo empresarial hasta dando órdenes desde el banquillo. Ello le da un poder en el establishment unicamente igualado por Pelé. También es necesario tener en cuenta que entre los 14 dirigentes de la IFFHS hay siete europeos y tan sólo dos sudamericanos.
Así, nos vamos a ceñir a los llamados cinco grandes, aunque La Pulga no haya colgado las botas. Y para justificar quién es el mejor nos centraremos en seis apartados del juego, tres de ellos cuantitativos y tres cualitativos. Hoy nos ajustaremos a los tres primeros: cualidades técnico-tácticas, gol y títulos.
Cualidades técnico-tácticas
La escuela argentina considera la técnica como el medio para dominar la táctica en el fútbol. Aquel futbolista que es capaz de controlar su cuerpo para llevarlo al máximo de su explosión visual con el mínimo desgaste, será aquel que con su sola presencia conseguirá que sus compañeros dependan de su posicionamiento y sus rivales de sus movimientos.
Es difícil destacar quien de los cinco es aquel con mayor capacidad técnica. Pero si hablamos de técnica como un don, sin estar moldeada por la repetición y por los entrenamientos, no hay lugar a la duda; Maradona.
Nunca se ha visto a nadie acariciar el balón como a Maradona. Y lo hacía con la belleza y la inocencia de un niño. Los ojos del astro eran pura poesía. La inocencia en un profesional. Legendario es su libre directo dentro del área con el Nápoles o aquellos regates con varias tallas de más con el Sevilla. Es cierto que Messi o Cruyff dormían el balón pero nadie la ha pegado con cemento a la bota como Maradona. Jamás.
La técnica no entiende de épocas, es la virtud más virgen en cualquier deporte. Hay quien se pregunta si Di Stéfano sería determinante en el Real Madrid de hoy. La respuesta es sencilla. Si, y sin duda alguna. Lo que se pondría en cuestionamiento es cuantos partidos aguantaría al máximo nivel y cuantos minutos en cada uno de los encuentros. Quizás la técnica es el único baremo que se puede medir sin tener en cuenta las distintas épocas histricas, y, ahí, Maradona parte con varios cuerpos de ventaja.
Gol
En este aspecto no hay discusión posible. Los números dicen que el mayor goleador de los cinco y el tercero de siempre es Pelé. El repertorio de O Rei es amplísimo. Goles dentro del área, disparos lejanos, remates de cabeza o lanzamientos de falta. Y, lo más importante, era capaz de generarse sus propias ocasiones. Su capacidad es innata a pesar de que nunca jugó como delantero al uso. Únicamente Messi puede acercarse a sus cifras, a pesar de que no sea tan completo como Pelé. La evolución del argentino ha sido espectacular, convirtiéndose en un fanático del gol temporada a temporada.
Los peros en este punto se ponen en el nivel defensivo y en el nivel de los contrarios. A Pelé se le achaca que nunca salió de Brasil. Se debe tener en cuenta que cruzar el charco era la excepción y no la regla. La selección brasileña jugaba en Brasil y los componentes de la Argentina campeona en 1978 no habían cruzado el Mar de la Plata. La perspectiva europea es muy nociva.
Respecto al nivel defensivo, Messi ha superado registros impensables y números de épocas con tres defensores. Pero no debemos desmerecer las cifras de Pelé o de Di Stéfano. La época gloriosa del catenaccio y de los centrales leñeros es la década de 1960, junto a la de 1990, la de mayor preponderancia del juego calculador y resultadista.
Títulos
Cuando el Real Madrid ganó la primera Copa de Europa poco más de 5000 personas presenciaron el partido en vivo. O a pesar de lo que dice la leyenda, Franco no recibió al conjunto merengue en El Pardo hasta que se consiguió la quinta.
La importancia de los títulos va en función de la perspectiva del tiempo. A Di Stefano lo mata no ganar un Mundial (ni tan siquiera lo jugó) y a Pelé no lograr la orejona. Pero esto es importante ahora, no entonces.
Ninguno de los cinco grandes ha ganado los dos santos griales del fútbol (Messi aún está a tiempo). Para medir a Pelé en justicia hay que apuntar que levantó dos Copas Libertadores. Libra a libra, Pelé es superior por la aureola de tres títulos mundiales (aunque en uno apenas jugó), si bien las 3 Copas de Europa y el subcampeonato mundial de Cruyff o las 4 de Messi y el mismo subcampeonato rivalizan con los éxitos de O Rei. O las 5 Copas de Europa y las 15 ligas nacionales (9 españolas ) de La Saeta….harto complicado.
Para la próxima entrada seguiremos poniendo los datos en la mesa y cada uno que decida, si es que quiere decidir. O quédense con los cinco y no le den más vueltas. Al final, esto no pasa de ser un juego. Yo, por mi parte, les daré mi veredicto.