Archivos

Deportistas que se pasaron a la política

Domingo 28 de abril. Elecciones para Cortes Generales en la decimotercera legislatura. La llamada fiesta de la democracia. Más de 36 millones de españoles están llamados a las urnas. Entre ellos, por supuesto, los deportistas profesionales. Por lo general el común de los mortales supone que los deportistas no acuden a las urnas. Seguramente tengamos razón. Si es más común que alguno de ellos entre en el ruedo político una vez finalicen su carrera profesional. Independientemente de sus convicciones, su imagen, sus éxitos y su saber estar en público hacen que sean cortejados por partidos de distinta índole.

En las últimas décadas UNICEF se ha esforzado en reclutar a cientos de deportistas para sus campañas, desechando a aristócratas u a estrellas de Hollywood como ocurría en el pasado. El deporte ofrece héroes a los que admirar y modelos de conducta que inspiran a los niños a buscar el éxito.

Trazando un arco parlamentario de derecha a izquierda encontramos varios ejemplos a lo largo y ancho del panorama político español.

El Partido Popular (PP) ha calado mayoritariamente en el atletismo. El campeón mundial de maratón Abel Antón fue concejal de deportes del Ayuntamiento de Soria y desde 2011 ocupa un puesto de senador por dicha provincia. El mismo cargo, pero por la provincia de Palencia, ostenta Marta Domínguez, cuyos éxitos en el medio fondo están salpicados por sanciones a causa del dopaje. Breve fue la experiencia del lanzador de peso Manolo Martínez que apenas estuvo unos meses en el Ayuntamiento de León, también defendiendo las siglas del PP.

Aún más breve fue la candidatura de la saltadora Ruth Beitia como cabeza de lista del PP por Cantabria. Campeona olímpica, Beitia era militante del PP desde 2011 pero ha dado un paso atrás y ya no ocupa la primera línea de fuego. Temporal también fue el movimiento de la saltadora de longitud Niurka Montalvo en la Dirección General de Deportes de la Comunidad Valenciana en la época de Francisco Camps en la presidencia del PP.

Como miembro del Parlamento Europeo, es necesario destacar la legislatura (1999-2004) de la doble medallista olímpica en vela Theresa Zabell también defendiendo las siglas populares. Otra mujer con éxito en los Juegos Olímpicos fue la judoka Miriam Blasco, senadora por el PP en varias legislaturas, en su caso por Valladolid. Más modesta fue la trayectoria de Miguel Reina, exportero del Atlético de Madrid y padre del también portero Pepe Reina que fue concejal ‘pepero’ en el Ayuntamiento de Córdoba.

En el llamado centro o centro derecha, podemos integrar a Javier Imbroda. Desde diciembre del año pasado ocupa su escaño en el Parlamento de Andalucía bajo las siglas de Ciudadanos. El melillense entrenó durante más de una década al Unicaja de Málaga, a lo que hay que añadir un breve paso por el Real Madrid y por la selección española de baloncesto. También de centro derecha es la UPN (Unión del Pueblo Navarro) la marca blanca del PP en Navarra. Prudencio Induráin, el hermanísimo, ocupa su escaño en el parlamento navarro desde 2011.

Como ¿independiente? podríamos catalogar la trayectoria política de Tomás Reñones. Histórico lateral derecho del Atlético de Madrid entre los 80 y los 90, formó parte del Ayuntamiento de Marbella bajo las siglas del GIL (Grupo Independiente Liberal) el partido creado por el ex presidente del Atlético Jesús Gil y Gil. Tras las acciones judiciales que llevaron a este último a la cárcel, Tomás ocupó interinamente el cargo de alcalde.

En la otra pata tradicional de la política española encontramos al Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Empezando por lo que va a suceder en las próximas elecciones municipales, el PSOE ha presentado como candidato a la alcaldía de Madrid a Pepu Hernández, afamado entrenador de baloncesto recordado por ser el hombre que dirigía a la selección española cuando ganó su primer y único Mundial en 2006. Otro de los recientes fichajes de Pedro Sánchez es la esquiadora María José Rienda, que desde el año 2018 es la secretaria de Estado para el Deporte.

En la pista de atletismo destaca la presencia del oro olímpico de 1500 metros y recordman europeo Fermín Cacho. El soriano fue concejal de deportes en el Ayuntamiento de Andújar bajo las siglas del PSOE. También concejal, en su caso por Ciudad Real, fue José Javier Hombrados, histórico portero de la selección española de balonmano.

Curioso fue el enfrentamiento entre el maratoniano García Bragado y el gimnasta Gervasio Deferr. El primero fue el candidato a la alcaldía de San Adrián de Besós en 2011 bajo las siglas del PP. El segundo formó parte de la candidatura del PSOE en la misma ciudad catalana. Bragado perdió las elecciones pero llegó a ocupar un escaño del Parlamento de Cataluña. Por su parte, el PSOE de Deferr ganó las elecciones pero él únicamente había accedido al juego político de forma simbólica.

En Cataluña, precisamente, tenemos un par de ejemplos a ambos lados del espectro político. En la extrema izquierda o la izquierda antisistema podemos colocar a Oleguer Presas, campeón de Europa con el FC Barcelona y afiliado a la CUP desde el año 2015. Por su parte, Albert Jorquera (portero suplente de aquel equipo) fue concejal del Ayuntamiento de Gerona por los conservadores de CIU cuando presidía la localidad gerundense Carles Puigdemont.

Si ampliamos el foco a otros países es recomendable hacerlo a Sudamérica. En Brasil la legendaria dupla de delanteros victoriosa en el Mundial de 1994 ha revivido sus éxitos en la política. Defendiendo las siglas del Partido Socialista Brasileiro (PSB) Romario fue designado diputado en 2010. Cuatro años más tarde fue investido senador por Río de Janeiro con la mayor cantidad de votos lograda por un político carioca en toda la historia. En 2018 dejó al PSB para liderar un nuevo partido denominado Podemos (no confundir con el español) catalogado de centro y obtuvo el 8% de los votos en su intento de ser elegido Presidente de Brasil. A esa nueva etapa política se sumó su excompañero Bebeto. El que fuera delantero del RC Deportivo fue elegido diputado por el centroizquierda PT (Partido dos Trabalhadores) de Lula da Silva. Sin embargo, en 2017 aceptó la llamada de Romario y se unió al nuevo partido de centro obteniendo también un escaño.

Y, como no, el rey Pelé llegó a lo más alto. Aunque nunca tuvo carnet de partido, Pelé aceptó la llamada de los socialistas y fue ministro de Deportes de Brasil entre 1994 y 1998. Bajo su mandato se promulgó la llamada ‘Ley Pelé’ que obligaba a los clubes profesionales a presentar balances y cuentas y la liberación del futbolista si se producía algún retraso a la hora de cobrar su sueldo.

En Argentina destacan Agustín Calleri, un clásico del circuito tenístico a principios de este siglo y que hoy en día es Gobernador de Córdoba. Por su parte el futbolista Roberto Perfumo fue secretario de Estado para el Deporte y Antonio Rattin, leyenda de Boca Juniors en los 60 y 70, sigue hoy en día formando parte de PAUFE, un partido minoritario de centroderecha.

A nivel mundial hay un ramillete de deportistas que han logrado como políticos gran notoriedad. El ajedrecista Gari Kasparov entró a formar parte del Partido Comunista en 1986. Una vez cayó el régimen comunista se mostró un claro activista a favor de la democracia en Rusia y en 2008 llegó a disputarle la presidencia del país a Vladimir Putin con escaso éxito. Por su parte, el campeón del mundo de boxeo Manny Paquiao es militante del Partido Liberal (centro izquierda). Es senador desde 2016 y ya ha manifestado su deseo de presentarse al cargo de Presidente de Filipinas en las próximas elecciones generales.

La leyenda del AC Milan y Balón de Oro de 1969 Gianni Rivera entró en política en 1986 bajo las siglas de la DC (Democracia Cristiana) y llegó a ser secretario de Defensa a finales de los 90 con el mandato de Romano Prodi. Bicampeón de Europa con el AC Milan también fue el georgiano Kakha Kaladze, aunque, en su caso, a inicios del siglo XXI. A diferencia de Rivera sus postulados políticos son progresistas, pero sus éxitos son parejos. Llegó a ser vicepresidente del Gobierno y desde 2017 es alcalde de Tiflis, capital de Georgia.

Por último, George Weah. El primer futbolista africano que ganó el Balón de Oro fundó el partido conservador CDC (Congreso para el Cambio Democrático) de Liberia en 2005. El delantero liberiano empezó realizando obras humanitarias por buena parte del país y fue creciendo desde la nada hasta que en 2017 fue elegido presidente de su país con más del 60% de los votos.

P.D: Nos queda la figura de mi favorito, Bill Bradley. El hombre perfecto. Pero eso merece capítulo aparte.


¿Quieres recibir un email cada vez que se publique una entrada nueva?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.