Vacaciones
Exactamente. Vacaciones. Ese es el motivo de la misteriosa desaparición de Misterdato la última semana. Pero he vuelto. Al igual que los daneses en 1992.
Cuando la Eurocopa de fútbol de 1992 celebrada en Suecia estaba a punto de echar a rodar, la UEFA expulsó a Yugoslavia de la competición debido a las masacres de Sarajevo, producidas recientemente con motivo de la Guerra Civil Yugoslava (1991-1995), también conocida como Guerra de los Balcanes.
Entonces, la UEFA decidió otorgar la plaza de los yugoslavos (en realidad ya sólo serbios y montenegrinos) a Dinamarca, quien había quedado por detrás de los plavi en el grupo de clasificación. Para que nos hagamos una idea del despropósito y de la celeridad de la decisión, tanto en la guía como en el álbum oficial de aquella Eurocopa Dinamarca nunca apareció.
Ante la sorpresa general, el seleccionador Richard Möller Nielsen tuvo que llamar a sus pupilos a golpe de teléfono y levantándolos de tumbonas de playas de medio mundo. La gran mayoría acudió a la llamada con desgana, y algunos, caso de Michael Laudrup, decidieron no desplazarse a Suecia y continuar con sus días de asueto.
Nielsen reunió a sus jugadores el primer día de entrenamiento, y cuentan que dijo: “ahora que estamos aqui, vamos a ganar la Eurocopa”. Las risas fueron generalizadas. “Ni siquiera teníamos tiempo de pensar que partidos había que jugar” diría después Peter Schmeichel. “No estábamos preparados para jugar la Eurocopa. Podíamos hacer el ridículo” comentaría a toro pasado Brian, el menor de los Laudrup.
Lo que pasó después fue más propio de un cuento de hadas. Inglaterra, Suecia, Francia, Holanda en semifinales y la Alemania campeona del mundo en la final. La Dinamita Roja había explotado. Campeones de Europa. Fuera concentraciones, fuera preparación física, fuera tácticas. Una vuelta al pasado. Saltar al campo, y jugar para divertirse.
“En fútbol nadie olvidará a la Dinamarca campeona de 1992”, Brian Laudrup.